lunes, 31 de octubre de 2011

Acorazado DKM Bismarck 1:700 Trumpeter




DKM Bismarck
El Bismarck fue el primero de los dos acorazados clase Bismarck construidos para la Kriegsmarine alemana durante la Segunda Guerra Mundial. Nombrado en honor del canciller Otto von Bismarck, promotor de la unificación alemana en 1871, el barco fue puesto en grada en los astilleros Blohm & Voss de Hamburgo en julio de 1936 y botado tres años después, en abril de 1939. Fue completado en agosto de 1940, cuando fue puesto en comisión en la armada alemana. Junto con su gemelo Tirpitz, el Bismarck fue el acorazado más grande jamás construido por Alemania y el más pesado botado por cualquier armada europea.

El Bismarck sólo participó en una operación ofensiva, de nombre en código Rheinübung, en mayo de 1941. En ella, junto con el crucero pesado Prinz Eugen, tenía la misión de irrumpir en el Océano Atlántico y atacar la navegación Aliada de Norteamérica a Gran Bretaña. Sin embargo, ambos buques fueron localizados en numerosas ocasiones frente a Escandinavia, y varias unidades navales británicas fueron desplegadas para bloquear su ruta. En la Batalla del Estrecho de Dinamarca el Bismarck destruyó el crucero de batalla HMS Hood, orgullo de la Marina Real Británica, y dañó seriamente el HMS Prince of Wales, forzando su retirada. Sin embargo, el Bismarck recibió impactos de tres proyectiles británicos y sufrió una importante pérdida de aceite de un tanque dañado.

La destrucción del Hood desencadenó una búsqueda incesante por parte de la Marina Real Británica, que desplegó para ello docenas de barcos. Dos días después, navegando hacia las relativamente seguras costas de la Francia ocupada, el Bismarck fue atacado por aviones torpederos Fairey Swordfish del portaaviones HMS Ark Royal. Uno de los torpedos lanzados destrozó el timón del acorazado alemán dejándolo imposible de maniobrar. La mañana siguiente, el Bismarck fue atacado y hundido por dos acorazados británicos. La causa última de su hundimiento no está clara: la Marina Real Británica defendió que fueron los torpedos lanzados desde el HMS Dorsetshire los que le dieron el golpe fatal, pero los marinos supervivientes alemanes sostienen que ellos echaron a pique su acorazado. En junio de 1989 Robert Ballard descubrió la localización del pecio del Bismarck. Desde entonces, diversas expediciones han examinado los restos del navío para documentar su estado y determinar la causa final de su hundimiento.

Construcción y características

El Bismarck fue encargado como Ersatz Hannover para reemplazar al viejo pre-dreadnought Hannover, bajo el nombre de contrato «F». El astillero Blohm & Voss de Hamburgo se adjudicó el contrato, y allí fue puesta en grada su quilla el 1 de julio de 1936. El casco fue botado el 14 de febrero de 1939 con grandes fastos y bautizado por la nieta del canciller Otto von Bismarck, de quien recibió el acorazado su nombre. Tras la botadura continuaron los trabajos de acondicionamiento, en el transcurso de los cuales su roda de proa recta original fue sustituida por una «proa Atlántica» más redondeada, similar a la de los acorazados clase Scharnhorst.[3] El Bismarck fue puesto en comisión en la flota el 24 de agosto de 1940 para iniciar sus pruebas de mar,[4] que se desarrollaron en las aguas del Mar Báltico. El capitán de navío Ernst Lindemann tomó el mando de la nave en el momento de su comisión.

El Bismarck desplazó 41.700 toneladas y podía llegar a las 50.300 t a plena carga, lo que junto a su eslora de 251 m, su manga de 36 m y su calado máximo de 9,9 m lo convertían en el mayor acorazado botado por Alemania y el más pesado construido por cualquier armada europea.[6] Era impulsado por tres turbinas de vapor engranadas Blohm & Voss que entregaban un total de 150.170 CV (111.980 kW) y desarrollaron una velocidad máxima de 30 nudos (55,6 km/h) en sus pruebas de velocidad. Su tripulación estándar eran 103 oficiales y 1.962 marineros. El Bismarck también estuvo equipado con tres juegos de radar FuMO 23 montados en los telémetros de proa y popa y en la cofa del buque.

Su armamento estuvo integrado por ocho cañones L/52 de 380 mm distribuidos en cuatro torretas gemelas: dos hacia proa —Anton y Bruno— y dos hacia popa —César y Dora—. Sus baterías secundarias consistían en doce cañones L/55 de 150 mm, dieciséis L/65 de 105 mm y otros dieciséis L/83 de 37 mm, mientras que para su defensa antiaérea le fueron montados doce cañones de 20 mm. Su cinturón blindado principal tenía un grosor de 320 mm y estaba flanqueado por un par de cubiertas acorazadas, la superior y la principal, que tenían un grosor de 50 mm y 100-120 mm, respectivamente. Las torretas de los cañones principales fueron protegidas por planchas de 360 mm en sus caras y 220 mm en sus laterales.

Historial de servicio

El 15 de septiembre de 1940, tres semanas después de su comisión, el Bismarck dejó el puerto de Hamburgo para comenzar sus pruebas de mar en la Bahía de Kiel. El barco auxiliar Sperrbrecher 13 escoltó al acorazado hasta el cabo Arkona el 28 del mismo mes, y luego hasta Gotenhafen para sus pruebas en el golfo de Danzig. Se puso a prueba a fondo la planta de energía del buque, así como su velocidad máxima, su estabilidad y maniobrabilidad, tras lo que se detectó un fallo de diseño. Al tratar de dirigir la nave únicamente con la alteración de las revoluciones de la hélice la tripulación percibió que el acorazado mantenía el rumbo con grandes dificultades. Incluso con las hélices laterales girando a máxima potencia en direcciones opuestas el viraje del barco era muy lento. Las pruebas duraron hasta diciembre, y el día 9 de ese mes el Bismarck arribaba a Hamburgo para recibir retoques menores y completar el proceso de acondicionamiento

El buque tenía previsto regresar a Kiel el 24 de enero de 1941, pero un buque mercante se había hundido en el canal de Kiel e impedía el paso por el mismo. Las inclemencias climatológicas retrasaron la retirada del naufragio, por lo que el Bismarck no pudo cruzar a Kiel hasta marzo.[8] Este enorme retraso en la partida del acorazado enfureció a su capitán Lindemann, que dijo que «[El Bismarck] había estado en Hamburgo durante cinco semanas… el precioso tiempo en el mar perdido como consecuencia de ello no se puede recuperar, y es inevitable un retraso significativo en el despliegue de guerra final». Mientras esperaba a navegar a Kiel el Bismarck recibió la visita del capitán Anders Forshell, el agregado naval sueco en Berlín. Éste retornó a Suecia con una detallada descripción del acorazado que fue posteriormente filtrada a la Marina Real Británica por elementos pro británicos de la Armada Sueca. Esto dio a la marina inglesa una primera imagen completa del barco, aunque carecían de información específica importante como su velocidad máxima, radio de acción y desplazamiento.

El 6 de marzo el Bismarck recibió la orden de navegar hasta Kiel. En el camino fue escoltado por varios cazas Messerschmitt Bf 109 y un par de barcos mercantes armados, además de un rompehielos. A las 08:45 del día 8 el Bismarck encalló brevemente en la costa sur del Canal de Kiel, aunque pudo ser liberado en una hora. El acorazado arribó a Kiel al día siguiente, donde su tripulación se proveyó de municiones, combustible y otros suministros y le aplicó una pintura de camuflaje contra los observadores aéreos. Bombarderos británicos atacaron el puerto el día 12 sin éxito. El 17 el viejo acorazado Schlesien, usado como rompehielos, escoltó al Bismarck a través del hielo hasta Gotenhafen, donde continuó su entrenamiento de combate.

El Alto Mando Naval alemán, comandado por el almirante Erich Raeder, tenía la intención de continuar la táctica de emplear barcos pesados como corsarios de superficie contra la navegación mercante aliada en el Océano Atlántico. Los dos acorazados clase Scharnhorst estaban basados en ese momento en el puerto de Brest, en la Francia ocupada, y acababan de cumplir la Operación Berlín, una gran redada en el Atlántico. El buque gemelo del Bismarck, el Tirpitz, estaba cercano a finalizarse. Ambos iban a partir desde el Mar Báltico para unirse a los dos clase Scharnhorst en el Atlántico en una operación prevista inicialmente para el 25 de abril de 1941, cuando un período de luna nueva proporcionaría condiciones más favorables.

Los trabajos en el Tirpitz se completaron más tarde de lo previsto, no fue puesto en comisión hasta el 25 de febrero y no estaría listo para combatir antes de fin de año. Para complicar aún más la situación el Gneisenau fue torpedeado mientras estaba en el puerto de Brest y dañado por bombardeos aéreos mientras permanecía en el dique seco. El Scharnhorst requirió una revisión de sus calderas tras la Operación Berlín y en el transcurso de la misma los trabajadores descubrieron que sus calderas estaban en peor estado del previsto, por lo que tampoco estaría disponible para la salida planeada. Los ataques de los bombarderos británicos en los depósitos de suministros en Kiel retrasaron las reparaciones en los cruceros pesados Admiral Scheer y Admiral Hipper, que no estarían preparados para la acción hasta julio-agosto. El almirante Günther Lütjens, el oficial elegido para dirigir la operación, quiso retrasarla hasta que al menos el Scharnhorst o el Tirpitz estuvieran listos. Sin embargo, el Alto Mando Naval decidió proceder a la operación, llamada en código Operación Rheinübung, con una fuerza compuesta sólo por el Bismarck y el crucero pesado Prinz Eugen

Operación Rheinübung

El 5 de mayo Adolf Hitler, Wilhelm Keitel y un gran séquito fueron a ver al Bismarck y al Tirpitz en Gotenhafen. Hicieron una extensa visita a los barcos, tras la cual Hitler se reunió con Lütjens para discutir la próxima misión. El 16 de mayo Lütjens informó que tanto el Bismarck como el Prinz Eugen estaban totalmente preparados para la Operación Rheinübung, y se le ordenó por tanto proceder a la misma a partir de la tarde del día 19. Como parte de los planes operativos un grupo de dieciocho barcos de suministro serían dispuestos para dar soporte a los dos buques de guerra. Cuatro U-boot se colocarían a lo largo de la ruta del convoy entre Halifax y Gran Bretaña para realizar tareas de reconocimiento para los buques incursores.

Para el inicio de la operación la tripulación del Bismarck había aumentado hasta los 2.221 hombres entre oficiales y marinería, entre los que estaban incluidos 65 miembros del personal del almirante y 80 navegantes, que podrían ser usados para tripular transportes capturados durante la misión. A las 02:00 del 19 de mayo el Bismarck partió de Gotenhafen y se dirigió a los Estrechos daneses. A él se unió frente al cabo Arkona a las 11:25 el Prinz Eugen, que había salido a las 21:18 de la noche anterior. Los dos buques fueron escoltados por tres destructores —Hans Lody, Friedrich Eckoldt y Z23— y una flotilla de dragaminas. La Luftwaffe proveyó cobertura aérea durante el viaje fuera de aguas alemanas. Hacia el mediodía del 20 de mayo Lindemann informó a la tripulación de la misión del buque a través de los altavoces. Aproximadamente al mismo tiempo un grupo de diez o doce aeronaves suecas en vuelo de reconocimiento avistaron a la fuerza alemana e informaron de su composición y rumbo, aunque los alemanes no los vieron a ellos.

Una hora después la flota germana fue encontrada por el crucero sueco HMS Gotland, que la siguió en el estrecho Kattegat durante dos horas. El Gotland transmitió la noticia al mando naval, señalando: «Dos buques de gran tamaño, tres destructores, cinco barcos de escolta y 10-12 aviones pasaron por Marstrand, rumbo 205°/20'».[26] El Alto Mando Alemán no estaba preocupado por el riesgo de seguridad que suponía el Gotland, aunque tanto Lütjens como Lindemann creyeron que la seguridad operacional se había perdido. El informe finalmente llegó al capitán Henry Denham, el agregado naval británico en Suecia, que transmitió la información a su Almirantazgo. Los criptógrafos de Bletchley Park confirmaron que una incursión en el Atlántico era inminente, ya que habían descifrado informes por los que supieron que el Bismarck y el Prinz Eugen habían embarcado tripulación extra y solicitado cartas de navegación adicionales a su cuartel general. Un par de cazas Supermarine Spitfire fueron enviados para localizar a la flotilla alemana en las costas de Noruega.

El reconocimiento aéreo alemán informó que un portaaviones, tres acorazados y cuatro cruceros permanecían anclados en el fondeadero británico de Scapa Flow, lo que confirmó a Lütjens que hasta ese momento los británicos desconocían su operación. En la noche del 20 de mayo el Bismarck y el resto de la flotilla llegaron a las costas noruegas; los dragaminas se separaron y los dos incursores y su escolta de destructores continuaron hacia el norte. A la mañana siguiente los oficiales de intercepción de señales de radio del Prinz Eugen recogieron una señal que ordenaba a los aviones de reconocimiento británicos buscar dos acorazados y tres destructores hacia el norte de la costa noruega. A las 07:00 del día 21 los alemanes avistaron cuatro aeronaves no identificadas, aunque rápidamente se marcharon. Poco después de las 12:00 la flotilla llegó a Bergen y echó anclas en Grimstadfjord. Allí las tripulaciones pintaron los barcos de camuflaje báltico con el color «gris exterior» usado por los barcos de guerra alemanes que operaban en el Atlántico.

Estando en Noruega, un par de cazas Bf 109 sobrevolaron en círculo sobre el acorazado a fin de protegerlo de un eventual ataque aéreo británico. A pesar de ello, el oficial de vuelo británico Michael Suckling consiguió sobrevolar directamente sobre la flotilla alemana con su Spitfire y realizar varias fotografías desde una altura de 8.000 m. Una vez recibida la información, el almirante inglés John Tovey ordenó al crucero de batalla HMS Hood, al acorazado recientemente comisionado Prince of Wales y a seis destructores reforzar el par de cruceros que ya patrullaban las aguas del Estrecho de Dinamarca. El resto de la Home Fleet británica estaba fondeada en Scapa Flow en estado de máxima alerta. Se enviaron dieciocho aviones bombarderos para atacar a los alemanes, pero el tiempo sobre el fiordo había empeorado y no pudieron localizar a los buques alemanes.

El Bismarck no repuso combustible en su estancia en Noruega porque sus órdenes operacionales no lo requerían. Había dejado el puerto con una carga unas 200 toneladas por debajo de su máxima capacidad, y había gastado otras 1.000 t en su viaje desde Gotenhafen. El Prinz Eugen por su parte repostó 764 t de fuel. A las 19:30 del 21 de mayo los dos buques y sus tres destructores de escolta partieron de Bergen, y hacia media noche la fuerza ya estaba en mar abierto y en dirección al Océano Ártico. En este momento el almirante Erich Raeder informó finalmente a Hitler de la operación, quien dio su consentimiento para continuar con la incursión de mala gana. Los tres destructores de escolta se separaron a las 04:14 del 22 de mayo, mientras la fuerza navegaba frente a Trondheim. Sobre las 12:00 Lütjens ordenó a sus dos buques virar hacia el Estrecho de Dinamarca para intentar penetrar en las aguas abiertas del Océano Atlántico.

Hacia las 04:00 del 23 de mayo Lütjens ordenó al Bismarck y al Prinz Eugen aumentar la velocidad hasta los 27 nudos (50 km/h) para sortear rápidamente el estrecho danés.[36] Al entrar en éste, ambos buques activaron sus equipos de radar FuMo. El Bismarck navegaba unos 700 m por delante del Prinz Eugen; la niebla redujo la visibilidad a unos 3.000-4.000 metros. Los alemanes se toparon con hielo hacia las 10:00, lo que les obligó a reducir la velocidad a 24 nudos. Dos horas más tarde ambos navíos habían alcanzado un punto al norte de Islandia, y tuvieron que navegar en zigzag para evitar témpanos de hielo. A las 19:22 los operadores de hidrófonos y radar de los buques germanos detectaron al crucero inglés HMS Suffolk a una distancia aproximada de 12.500 m.[36] El equipo de radio intercepción del Prinz Eugen descifró las señales del Suffolk y supieron que había dado noticia de su localización.

El almirante Lütjens dio permiso al Prinz Eugen para atacarlo, pero el capitán del crucero pesado no pudo definir el objetivo.[39] El crucero enemigo se retiró rápidamente hasta una distancia segura y siguió a los barcos alemanes. A las 20:30 el crucero pesado HMS Norfolk se unió al Suffolk, pero se aproximó demasiado a los navíos germanos y Lütjens ordenó a sus barcos atacar al crucero inglés. El Bismarck disparó cinco salvas, tres de las cuales ahorquillaron al Norfolk y le hicieron blanco en sus cubiertas. El crucero tendió una pantalla de humo y se refugió en un banco de niebla, acabando así el breve encontronazo. La conmoción de los poderosos cañones de 380 mm desactivó los radares FuMo 23 del Bismarck, por lo que Lütjens tuvo que pedir al Prinz Eugen que se adelantara para usar sus radares para reconocer.[40]

Alrededor de las 22:00 Lütjens ordenó al Bismarck hacer un giro de 180° en un esfuerzo por sorprender a los dos cruceros británicos que lo perseguían. A pesar de que el Bismarck no era visible en medio de la lluvia que caía, el radar del Suffolk detectó la maniobra y pudo evadir al acorazado.[41] Los cruceros se mantuvieron en su posición toda la noche, transmitiendo continuamente la posición y la conducta de los buques alemanes. El mal tiempo cesó la mañana del 24 de mayo y dejó paso a un cielo despejado. A las 05:07 de esa mañana los operadores de hidrófono del Prinz Eugen detectaron un par de buques sin identificar aproximándose a la formación alemana a una velocidad de 20 nudos (37 km/h), informando «¡Ruido de dos turbinas de barco de rápido movimiento a 280° de marcación relativa!»
Batalla del estrecho de Dinamarca

A las 05:45 los observadores de los buques alemanes avistaron humo en el horizonte, el humo de las chimeneas del Hood y el Prince of Wales, bajo mando del vicealmirante Lancelot Holland. Lütjens ordenó a la tripulación de sus naves colocarse en sus puestos de combate. A las 05:52 el rango se había reducido a 26.000 m y el Hood abrió fuego, seguido del Prince of Wales un minuto después.[43] El Hood apuntó al Prinz Eugen pensando que se trataba del Bismarck, mientras que el Prince of Wales hizo lo propio con el Bismarck. Adalbert Schneider, primer oficial de artillería del Bismarck, pidió permiso por dos veces a Lütjens para devolver el fuego, pero éste dudó.[44] Lindemann intervino, murmurando «no dejaré que a mi nave se le dispare bajo mi culo».[45] Pidió permiso a Lütjens, quien cedió y ordenó a las 05:55 atacar a los buques británicos

Los barcos ingleses avanzaban hacia los alemanes, lo que les obligó a usar únicamente sus baterías delanteras, mientras que el Bismarck y el Prinz Eugen disparaban andanadas desde todos sus cañones. Varios minutos después de abrir fuego Holland ordenó un giro de 20° a babor, lo que permitiría a sus barcos hacer uso de todas sus torretas. Los dos buques alemanes concentraron sus salvas en el Hood, y un minuto después de iniciar sus cañonazos el Prinz Eugen le hizo impacto con un proyectil altamente explosivo de 203 mm; su explosión inició un gran incendio que fue prontamente extinguido.[46] Tras disparar tres salvas de cuatro cañones, Schneider había calculado el rango exacto del Hood y ordenó inmediatamente una rápida salva de los ocho cañones de 380 mm del Bismarck. También ordenó a las baterías de 150 mm abrir fuego contra el Prince of Wales. Holland entonces ordenó un segundo giro de 20° a babor para poner sus barcos en un curso paralelo a los buques germanos.[47] Lütjens mandó al Prinz Eugen cambiar de objetivo y atacar al Prince of Wales para así mantener a sus dos oponentes bajo fuego. A los pocos minutos el Prinz Eugen le hizo un par de impactos al acorazado británico e informó del inicio de un pequeño incendio.[48]

Lütjens entonces ordenó a su crucero caer detrás del Bismarck para que pudiera seguir monitorizando la posición de los cruceros Norfolk y Suffolk, que estaban todavía a entre 19 y 22 km al este. A las 06:00 el Hood estaba completando su segundo giro a babor cuando el Bismarck disparó su quinta salva. Dos de los proyectiles se quedaron cortos, cayendo en el agua cerca del crucero, pero al menos uno de los proyectiles perforantes de 380 mm le hizo impacto y penetró su delgada armadura de cubierta. El proyectil llegó hasta la santabárbara e hizo detonar 112 toneladas de cordita.[49] Una masiva explosión reventó la parte trasera del crucero, entre el mástil principal y la chimenea trasera; la sección delantera del buque avanzó brevemente antes de que la inundación de agua hiciera alzarse la proa en un pronunciado ángulo. La popa se elevó de manera similar cuando el agua penetró en sus compartimentos desgarrados por la deflagración.[50] Schneider exclamó por los altavoces «¡Se está hundiendo!».[49] Tras un intercambio de cañonazos de sólo ocho minutos, el Hood había desaparecido junto a una tripulación de 1.419 hombres.[

El Bismarck entonces pasó a disparar al Prince of Wales, el cual consiguió hacer blanco al acorazado alemán con su sexta salva. A cambio, el Bismarck consiguió impactarle en su primera salva, uno de cuyos proyectiles atravesó el puente del Prince of Wales sin explotar pero matando a todos los que se encontraban en el centro de mando menos al comandante de la nave John Leach y a otro hombre.[52] Los dos buques alemanes hicieron llover proyectiles sobre el acorazado inglés, causándole severos daños. Los cañones del recientemente comisionado Prince of Wales no funcionaron adecuadamente, y todavía tenía técnicos civiles a bordo.[53] A pesar de su problemática batería principal, el acorazado consiguió hacerle blanco al Bismarck con tres proyectiles: el primero golpeó en el castillo de proa sobre la línea de flotación, pero demasiado bajo para que penetraran las olas en su casco, el segundo dio por debajo del cinturón blindado y explotó al chocar con el mamparo anti torpedos, infligiendo daños menores, y el tercer proyectil atravesó uno de los botes del acorazado y la plataforma de los hidroaviones sin detonar.[54]

A las 06:13 Leach ordenó retirada, cuando sólo dos de sus diez cañones de 360 mm aún disparaban y su barco había recibido cuantiosos daños. El Prince of Wales hizo un viraje de 160° y tendió una pantalla de humo para cubrir su retirada. Los alemanes cesaron de disparar cuando aumentó la distancia. Aunque Lindemann abogó por perseguir al navío inglés y destruirlo,[55] Lütjens obedeció las órdenes de la operación sobre evitar el combate con fuerzas enemigas que no protegieran un convoy[56] y rechazó firmemente la idea, ordenando en su lugar al Bismarck y al Prinz Eugen poner rumbo a las aguas abiertas del Atlántico Norte.[57] En el transcurso del combate el Bismarck había disparado 93 proyectiles perforantes y había encajado tres impactos.[51] El proyectil del castillo de proa había provocado la entrada de entre 1.000 y 2.000 t de agua que contaminó el aceite almacenado en la proa. Lütjens se negó a permitir una reducción de la velocidad para que los equipos de control de daños repararan el agujero del proyectil, que se hizo aún más grande y dejó entrar más agua.[58] El segundo impacto causó algunas inundaciones y su metralla dañó la línea de flotación en la sala del turbogenerador, aunque el Bismarck tenía suficientes reservas de generador y esto no fue problemático. La inundación causada por estos dos impactos provocó una escora de 9° a babor y de 3° en proa.

La persecución

Tras el combate Lütjens informó que un «Crucero de batalla, probablemente el Hood, hundido. Otro acorazado, King George V o Renown, se fue dañado. Dos cruceros pesados mantienen contacto».[60] A las 08.01 transmitió un informe de daños y sus intenciones al Alto Mando Naval Alemán, que fueron separar al Prinz Eugen para que continuara su incursión contra los buques mercantes y recalar en el puerto francés de Saint-Nazaire para reparaciones.[61] Poco antes de la 10:00 Lütjens ordenó al Prinz Eugen ponerse a popa del Bismarck para averiguar la gravedad de las fugas de aceite del impacto de proa. Tras confirmar «grandes corrientes de aceite a ambos lados de la estela [del Bismarck]»,[62] el Prinz Eugen volvió a la posición de vanguardia.[62] Sobre una hora después un hidroavión Short S.25 Sunderland británico informó de la mancha de aceite al Suffolk y al Norfolk, que se habían unido al dañado Prince of Wales. El contralmirante Frederic Wake-Walker, comandante de los dos cruceros, ordenó al Prince of Wales permanecer detrás de sus naves.[63]

La Marina Real Británica hizo llamamientos a todas sus naves en el área para unirse a la persecución del Bismarck y el Prinz Eugen. La Home Fleet del almirante Tovey navegaba para interceptar a los buques alemanes, pero en la mañana del 24 de mayo estaba todavía a 650 km de distancia. El Almirantazgo británico envió a los cruceros ligeros HMS Manchester, Birmingham y Arethusa a patrullar el Estrecho de Dinamarca en el caso de que Lütjens decidiera volver sobre sus pasos. Al acorazado HMS Rodney se le ordenó unirse a Tovey. Los viejos acorazados HMS Revenge y Ramillies también recibieron la orden de unirse a la caza.[64] En total, seis acorazados y cruceros de batalla, dos portaaviones, trece cruceros y veintiún destructores fueron convocados a la persecución.[65] Sobre las 17:00 la tripulación a bordo del Prince of Wales había reparado 9 de sus 10 cañones principales, por lo que Wake-Walker lo emplazó en el frente de su formación para atacar al Bismarck si se presentara la oportunidad.[

Con el tiempo empeorando, Lütjens intentó separar al Prinz Eugen a las 16:40. La tormenta no era lo suficientemente espesa como para cubrir su retirada a los ojos de los cruceros de Wake-Walker, que continuaban manteniendo contacto de radar, por lo que el Prinz Eugen fue llamado temporalmente.[67] Su partida definitiva se pudo llevar a cabo a las 18:14. El Bismarck viró para encarar a la formación de Wake-Walker, forzando al Suffolk a alejarse a gran velocidad. El Prince of Wales disparó doce salvas contra el acorazado alemán, que respondió con nueve andanadas, ninguna de las cuales hizo blanco. La acción distrajo la atención de los británicos y permitió al Prinz Eugen desaparecer. Después de que el Bismarck volviera a su punto anterior, los tres barcos de Wake-Walker se posicionaron a babor del acorazado.[68]

A pesar de que el Bismarck había sido dañado en el combate con el Hood y el Prince of Wales y se vio obligado a reducir su velocidad, seguía siendo capaz de navegar a 27-28 nudos (50-52 km/h), la misma velocidad máxima que el King George V de John Tovey. A menos que fuera frenado, los británicos no serían capaces de evitar que llegara a Saint-Nazaire. Poco antes de las 16:00 del 25 de mayo, Tovey separó el portaaviones HMS Victorious y cuatro cruceros ligeros para realizar una ruta que podría posicionarlos para lanzar sus aviones torpederos.[69] A las 22:00 el Victorious lanzó su ataque, que comprendía seis cazas Fairey Fulmar y nueve torpederos Fairey Swordfish. Los aviadores inexpertos casi atacan al Norfolk, equivocación que alertó a los artilleros antiaéreos del Bismarck.[70] El acorazado alemán incluso utilizó sus baterías principales y secundarias para disparar lo máximo posible y crear salpicaduras gigantes en el camino de los torpederos.[71] Sin embargo, ninguno de los aviones atacantes fue derribado y el Bismarck evitó ocho de los nueve torpedos que le lanzaron.[70] El noveno impactó hacia el centro del buque, en el cinturón blindado, y causó daños materiales menores. La conmoción del choque arrojó a un hombre contra una pared y lo mató, mientras que otros cinco resultaron heridos.[72]

La explosión del torpedo causó algunos daños menores en la instalación eléctrica, pero fueron la alta velocidad y las maniobras erráticas para evadir los torpedos las que infligieron mayores daños. Los cambios bruscos en la velocidad y el curso aflojaron el precario sellado del agujero de proa. Aumentaron las inundaciones y la caldera número 2 del lado de babor tuvo que ser abandonada. La pérdida ahora de dos calderas en el eje de babor, junto con la disminución de los niveles de combustible y el aumento de la inundación de proa, forzó a reducir la velocidad a 16 nudos (30 km/h). Se enviaron buzos bajo la proa para reparar el sellado del boquete, tras lo que se pudo aumentar la velocidad a 20 nudos (37 km/h). Los mandos del acorazado determinaron que ésa era la velocidad más económica para el viaje hasta la Francia ocupada.[73]

Poco después de que los Swordfish salieran de escena, el Bismarck y el Prince of Wales se enfrentaron en un breve duelo artillero, pero ambos fallaron sus disparos.[74] Los equipos de control de daños del Bismarck retomaron su trabajo tras el breve cañoneo. El agua de mar que había inundado la caldera número 2 de babor amenazó con penetrar en el turbogenerador número 4 del sistema de suministro de agua, lo que habría permitido al agua salada llegar a los motores de la turbina. El agua salada habría destruido los álabes de la turbina y reducido considerablemente la velocidad del barco. Sin embargo, en la mañana del día 25 el peligro había pasado. El barco deceleró hasta los 12 nudos para permitir a los buzos bombear el fuel de los compartimentos delanteros hacia los tanques traseros; se conectaron con éxito dos mangueras que permitieron el trasvase de unos pocos cientos de toneladas de fuel.[75]

Con la persecución adentrándose en las aguas abiertas del Atlántico Norte, los barcos de Wake-Walker se vieron obligados a navegar en zigzag para evitar a los submarinos alemanes que podían estar en la zona. Esto requería que los buques navegaran diez minutos a babor y otros diez a estribor para así mantener un mismo curso. Hacia los últimos minutos del viraje a babor, el Bismarck desapareció del radar del Suffolk.[76] A las 03:00 de la madrugada del 25 de mayo Lütjens ordenó incrementar la velocidad al máximo, que en ese momento era 28 nudos (52 km/h), tras lo que mandó que el acorazado girara en círculo, primero hacia el oeste y después hacia el norte. Esta maniobra se realizó en el momento en que el navío alemán estaba fuera de los radares británicos, por lo que consiguió girar y colocarse tras ellos. El capitán del Suffolk asumió que el Bismarck se había perdido en dirección oeste, por lo que tomó esa derrota con el fin de localizarlo. Después de media hora informó a Wake-Walker de la situación, quien mandó a los tres barcos dispersarse tan pronto asomaran las primeras luces del día con objeto de hacer una búsqueda visual de la nave enemiga.[77]

La Marina Real Británica se embarcó en una búsqueda frenética del Bismarck. El portaaviones Victorious y sus cruceros de escolta fueron enviados al oeste, los buques de Wake-Walker continuaron al sur y al oeste y al almirante Tovey navegó hacia el centro del Atlántico. La situación se fue complicando puesto que muchos de los barcos ingleses estaban agotando su combustible. La Fuerza H, centrada en el portaaviones HMS Ark Royal y procedente de Gibraltar, estaba todavía a un día de navegación de la zona de búsqueda.[78] Sin saber que Wake-Walker los había perdido, Lütjens envió largos mensajes de radio al Grupo Naval Oeste, con base en París. Estas señales fueron interceptadas por los británicos, que determinaron su rumbo, pero éste fue erróneamente trazado y mantuvo a los barcos de Tovey en un curso equivocado durante siete horas. Para cuando el error fue advertido, el Bismarck había abandonado el área.[

Los decodificadores británicos fueron capaces de descifrar algunas señales alemanas, incluyendo una orden que ordenaba a Lütjens dirigirse al puerto de Brest. La Resistencia Francesa ayudó a los británicos confirmando el movimiento de unidades de la Luftwaffe hacia Brest para proveer soporte. Tovey podría haber movido entonces sus fuerzas hacia Francia para converger en las áreas por las que tendría que pasar el Bismarck para llegar a dicho puerto.[80] Un escuadrón de comando costero de hidroaviones Consolidated PBY Catalina con base en Irlanda del Norte fue convocado a la búsqueda para cubrir las áreas por las que se podría dirigir el Bismarck hacia la costa. A las 10:10 del 26 de mayo, un Catalina pilotado por el alférez de la Armada Norteamericana Leonard B. Smith localizó al Bismarck a unos 1.280 km al noroeste de Brest. A su velocidad actual estaba lo suficientemente cerca para llegar bajo la protección de los U-boots y las Luftwaffe en menos de un día, y no había fuerzas británicas lo suficientemente cerca para detenerlo.[81]

La única posibilidad que tenía la Marina Real británica era el Ark Royal con la Fuerza H, bajo mando del almirante James Somerville.[82] El Victorious, el Prince of Wales, el Suffolk y el Repulse se vieron obligados a interrumpir la búsqueda por sus bajas reservas de fuel, por lo que los únicos barcos pesados restantes, además de la Fuerza H, eran el King George V y el Rodney, pero estaban muy lejos para interceptar al Bismarck.[83] Los Swordfish del Ark Royal ya estaban buscando en el área en que el Catalina había avistado al acorazado alemán, y varios torpederos también lo localizaron a unos 110 km del Ark Royal. Somerville ordenó un ataque de los Swordfish en cuanto regresaron, y fueron armados con torpedos. Separó al HMS Sheffield para seguir al Bismarck, aunque los aviadores de los torpederos no fueron informados de ello.[84] Como resultado, los Swordfish, que iban armados con torpedos equipados con nuevos detonadores magnéticos, atacaron accidentalmente al Sheffield. Los detonadores magnéticos no funcionaron y el Sheffield salió indemne.[

A su regreso al portaaviones los Swordfish fueron rearmados con torpedos de detonadores de contacto. Quince aviones llevaron a cabo el segundo ataque, que fue lanzado a las 19:10. A las 20:47 los torpederos iniciaron su ataque descendiendo a través de las nubes.[86] Mientras se aproximaban al Bismarck, éste disparó su batería principal contra el Sheffield, impactándole con su segunda salva y matando a tres hombres e hiriendo a varios más.[87] El barco británico se retiró rápidamente tendiendo una pantalla de humo. Fue entonces cuando los Swordfish lanzaron su ataque; el Bismarck comenzó a virar violentamente mientras todas sus baterías antiaéreas intentaban derribar a los torpederos. Consiguió evitar casi todos los torpedos que éstos dejaron caer, pero dos le impactaron.[88] Uno acertó hacia el centro del buque en el lado de babor, justo debajo del cinturón acorazado principal. La fuerza de su explosión fue contenida por el sistema de protección submarina, pero se produjeron algunos daños estructurales y pequeñas inundaciones.[89]

El segundo torpedo hizo blanco a babor de popa, cerca del eje del timón de babor. Su explosión causó graves daños en el ensamblaje del timón de babor, pues el acoplamiento fue destrozado y el timón no pudo ser desenganchado; éste se quedó virado 12° a babor. La explosión también causó importantes daños en la nave.[90] El equipo de control de daños intentó repetidamente retomar el control del timón, y con el tiempo consiguieron arreglar el timón de estribor, pero el de babor permaneció atascado. Se sugirió arrancar este timón con explosivos, pero Lütjens no lo permitió afirmando que «No podemos poner en peligro la nave con medidas de este tipo».[91] Consideró que había un serio peligro de dañar las hélices, lo que habría dejado al acorazado completamente indefenso.[92] A las 21:15, Lütjens informó que el Bismarck no era maniobrable.[

Hundimiento

Con el timón de babor atascado, el Bismarck navegaba en amplios círculos, incapaz de huir de los barcos de Tovey. A pesar de que la escasez de combustible había reducido el número de barcos británicos, los acorazados King George V y Rodney estaban aún disponibles, junto con los cruceros pesados Dorsetshire y Norfolk.[94] Lütjens informó al cuartel general a las 21:40 del día 26: «Barco imposible de maniobrar. Lucharemos hasta el último proyectil. Larga vida al Führer.»[95] En la creciente oscuridad, el Bismarck disparó brevemente contra el Sheffield, que se alejó a gran velocidad y perdió contacto con el acorazado por la poca visibilidad. El grupo de cinco destructores del capitán Philip Vian se encargaría de mantener contacto durante la noche.[96]

Estos barcos encontraron al Bismarck a las 22:38, que atacó brevemente con sus cañones principales. Tras disparar tres salvas, ahorquilló al destructor polaco ORP Piorun, que continuó aproximándose hasta que a unos 12.000 m un proyectil le cayó cerca y lo obligó a alejarse.[93] A lo largo de la noche y la mañana los destructores de Vian acosaron constantemente al Bismarck, iluminándolo con sus bengalas y disparándole docenas de torpedos, ninguno de los cuales le golpeó. Entre las 05:00 y las 06:00 la tripulación del Bismarck intentó lanzar un hidroavión Arado Ar 196 con el diario de guerra del acorazado, imágenes de la confrontación con el Hood y otros documentos importantes. El tercer obús del Prince of Wales, que había golpeado la lancha motora del capitán, había dañado también la catapulta de lanzamiento del hidroavión, dejándola inoperativa. Incapaces de hacer despegar el avión, la tripulación simplemente lo empujó por la borda.[97]

Después del amanecer del 27 de mayo, Tovey, a bordo del King George V, dirigió el ataque contra el paralizado Bismarck. El Rodney siguió la aleta de babor, Tovey pretendía navegar directamente hacia el Bismarck hasta que estuviera a unos 15 km de distancia. En ese momento, viraría al sur para colocarse en un rumbo paralelo a su objetivo.[98] A las 08:43 desde el King George V avistaron al Bismarck a unos 23.000 m, y cuatro minutos después las torretas proeles del Rodney abrieron fuego con sus seis cañones de 410 mm. Casi inmediatamente después hizo lo propio el King George V con sus baterías de 360 mm. El Bismarck devolvió el fuego a partir de las 08:50 con sus cañones delanteros, y con su segunda salva ahorquilló al Rodney.[99]

Como la distancia se reducía, las baterías secundarias del barco comenzaron a disparar. El Norfolk y el Dorsetshire también acortaron distancias y comenzaron a disparar con sus piezas de 200 mm. A las 09:02 un obús de 410 mm del Rodney impactó en la superestructura del Bismarck, matando cientos de tripulantes y dañando gravemente las torretas delanteras Anton y Bruno. De acuerdo a los supervivientes, este brutal impacto fue el que probablemente mató a Lindemann, Lütjens y el resto del estado mayor en el puente.[100] La batería delantera principal estaba ya fuera de combate, a pesar de lo cual se las arregló para disparar su última salva a las 09:27.[101] La estación de control de los cañones principales fue rápidamente destruida. El teniente von Müllenheim, en la estación de control posterior, se hizo cargo del control de fuego de las torretas traseras, consiguiendo disparar tres andanadas antes de que un obús destruyera el director de tiro, desactivando el equipo. Dio la orden de disparar de forma independiente a los cañones todavía activos, pero a las 09:31 las cuatro baterías principales habían sido neutralizadas.[

Hacia las 10:00 los dos acorazados de Tovey habían disparado unos 700 proyectiles de sus baterías principales, la mayoría a muy poca distancia. El Bismarck había quedado reducido a escombros, en llamas de proa a popa. Escoraba 20° a babor y se hundía por proa. El Rodney se aproximó hasta los 2.700 m, lo que para sus cañones equivalía a disparar a quemarropa, y continuó arrasando el maltrecho casco del acorazado alemán. Tovey no debía cesar el fuego hasta que los alemanes arriaran sus banderas o estuviera claro que abandonaban el barco.[103] El Rodney le lanzó dos torpedos desde sus tubos de babor —un obús del Bismarck había estallado a 20 metros de su proa y había dejado inservibles sus tubos de estribor, en lo que había sido el disparo alemán que más cerca le cayó— y reclamó un impacto, algo que, de acuerdo a Ludovic Kennedy, «Si fuera cierto, [es] la única ocasión en la historia en que un acorazado torpedea a otro».[104] Hans Oels, primer oficial del acorazado alemán, ordenó a los hombres bajo la cubierta abandonar el barco. También instruyó a la tripulación de la sala de máquinas para abrir los compartimentos estancos del buque y preparar cargas para echarlo a pique.[105] Oels corrió por todo el acorazado ordenando a los hombres abandonar sus puestos, pero tras acceder a cubierta, una enorme explosión lo mató a él y a otros cientos de hombres.[106]

A las 10:20 Tovey ordenó al Dorsetshire reducir distancias y disparar torpedos al acorazado. Lanzó un par de torpedos a la banda de estribor del Bismarck, uno de los cuales le hizo blanco, tras lo que giró a la banda de babor para dispararle otro torpedo que también le impactó. Sobre las 10:35 la castigada banda de babor escoró ostensiblemente y el Bismarck comenzó a hundirse por popa, desapareciendo de la superficie a las 10:40.[107] Cientos de hombres estaban ahora en las aguas; el Dorsetshire y el destructor Maori se acercaron y tiraron cabos para subir a los náufragos a bordo. A las 11:40 el capitán del Dorsetshire ordenó el abandono de las tareas de rescate después de que los ojeadores avistaran lo que creyeron era un submarino alemán. El Dorsetshire había rescatado 85 hombres y el Maori otros 25 en el momento en que abandonaron el lugar,[108] uno de los cuales murió a causa de sus heridas al día siguiente. Un U-boot llegó más tarde y rescató a tres hombres, mientras que otro barco alemán salvó a otros dos. De una tripulación de unos 2.200 hombres, sólo 114 sobrevivieron.[107] [109]

Colaboración española
Al tiempo que el navío alemán entablaba su último combate contra los buques de la Marina Real Británica el almirante Otto Schniewind, Jefe del Estado Mayor del SKL, solicitó a la Armada Española el envío de naves de auxilio previendo el desenlace final de la batalla. El 27 de mayo de 1941 a las 11:40, cuando ya el acorazado había zozobrado, zarpó de la base de Ferrol el crucero pesado Canarias, que llegó a la zona del hundimiento en la noche del 29 de mayo. Allí se encontró con un submarino alemán y, en la madrugada del 30, con el buque meteorológico alemán Sachesenwald. Tras recorrer la zona únicamente logró rescatar los cadáveres de dos marinos alemanes, que fueron devueltos al mar con todos los honores.[

Referencias en el Wehrmachtbericht
Los siguientes informes alemanes publicados en el Wehrmachtbericht, el boletín diario realizado por el Alto Mando de la Wehrmacht acerca de la situación militar en todos los frentes, contenían algunas imprecisiones. El Bismarck no derribó ningún avión británico ni tampoco hundió o dañó significativamente un destructor enemigo. El destructor mencionado era el HMS Mashona, hundido por la Luftwaffe el 28 de mayo.
Fecha Original alemán en el Wehrmachtbericht Traducción al español
Domingo, 25 de mayo de 1941 Wie ebenfalls durch Sondermeldung bekanntgegeben wurde, stieß ein deutscher Flottenverband unter Führung des Flottenchefs Lütjens im Seegebiet um Island auf schwere britische Seestreitkräfte. Nach einem kurzen schweren Gefecht versenkte das Schlachtschiff "Bismarck" den britischen Schlachtkreuzer "Hood," das größte Schlachtschiff der britischen Flotte. Ein weiteres Schlachtschiff der neuesten englischen "King George"-Klasse wurde beschädigt und zum Abdrehen gezwungen. Die deutschen Seestreitkräfte setzten ohne Verluste ihre Operation fort.[112] Como ya se mencionó en un informe especial, una formación naval alemana bajo la dirección del comandante de la flota Lütjens encontró, en la zona del mar de Islandia, fuerzas navales pesadas británicas. El acorazado «Bismarck» hundió el crucero de batalla británico «Hood», el más grande la flota británica, después de una corta e intensa batalla. Otro acorazado de la nueva clase inglesa «King George» fue dañado y forzado a retirarse. Las fuerzas marítimas alemanas continuaron su operación sin pérdidas.
Miércoles, 28 de mayo de 1941 Wie schon gestern bekanntgegeben, wurde das Schlachtschiff "Bismarck" nach seinem siegreichen Gefecht bei Island am 26. Mai abends durch den Torpedotreffer eines feindlichen Flugzeuges manövrierunfähig. Getreu dem letzten Funkspruch des Flottenchefs Admiral Lütjens ist das Schlachtschiff mit seinem Kommandanten Kapitän zur See Lindemann und seiner tapferen Besatzung am 27. Mai vormittags der vielfachen feindlichen Übermacht erlegen und mit wehender Flagge gesunken.[113] Como se informó ayer, el acorazado «Bismarck», tras su victoriosa batalla cerca de Islandia, fue impactado por un torpedo de un avión enemigo el 26 de mayo y quedó ingobernable. De acuerdo al último mensaje de radio del jefe de la flota, almirante Lütjens, el acorazado fue derrotado por abrumadoras fuerzas enemigas y hundido con la bandera ondeando y con su comandante, capitán de navío Lindemann, y con su valiente tripulación el 27 de mayo antes del mediodía.
Jueves, 29 de mayo de 1941 Das Schlachtschiff "Bismarck" schoß am Abend des 24. Mai fünf britische Flugzeuge ab, versenkte in der Nacht zum 27. Mai einen der angreifenden feindlichen Zerstörer und schoß einen weiteren in Brand.[114] El acorzado «Bismarck» derribó cinco aviones británicos en la noche del 24 de mayo, hundió un destructor enemigo atacante en la noche del 27 de mayo y disparó a otro hasta incendiarlo.

Descubrimiento del pecio
Descubrimiento por Robert Ballard
El pecio del Bismarck fue descubierto el 8 de junio de 1989 por el Dr. Robert Ballard, el oceanógrafo responsable de encontrar el Titanic. El Bismarck descansa íntegro a una profundidad aproximada de 4.791 m[115] a unos 650 km al oeste de Brest, Francia. Aterrizó en un volcán submarino apagado que se yergue unos 1.000 sobre la llanura abisal circundante y su impacto provocó un corrimiento de tierra de 2 km. El Bismarck se deslizó por la montaña y se detuvo dos tercios más abajo.[116]

La inspección de Ballard no encontró penetraciones submarinas de la ciudadela completamente acorazada del barco. Se encontraron ocho agujeros en el casco, uno a estribor y el resto a babor, todos por encima de la línea de flotación. Uno de los agujeros se halla en la cubierta, a estribor de proa. El ángulo y la forma del mismo indican que fue disparado desde babor del Bismarck y golpeó la cadena del ancla de estribor, que ha desaparecido por ese agujero.[117] Seis boquetes se abren hacia el centro del buque, tres fragmentos de proyectil perforaron el cinturón acorazado superior y uno hizo un agujero en el cinturón acorazado principal.[118] Además a popa es visible un enorme agujero, paralelo a la catapulta de los hidroaviones, en la cubierta. No está claro si es el resultado de una explosión interna de la santabárbara debido a la penetración de un proyectil. Los sumergibles no hallaron ningún signo de penetración de un obús en el blindaje del acorazado, por lo que es probable que los proyectiles sólo atravesaran la cubierta.[119] Grandes abolladuras dejan entrever que muchos de los proyectiles de 356 mm disparados por King George V rebotaron en el cinturón blindado alemán.[120]

Ballard señaló que no había hallado indicios de las implosiones internas que ocurren en el casco de un barco cuando se hunde con aire en sus compartimentos internos. El agua que lo rodea, que tiene mucha más presión que el aire contenido en el casco, aplasta la nave. Sin embargo, Ballard señala que el casco está en muy buen estado y asegura que el «Bismarck no implosionó».[121] Ello sugiere que los compartimentos del acorazado fueron inundados cuando se hundió, apoyando la teoría que afirma que fue echado a pique por sus tripulantes.[122] Ballard ha mantenido en secreto la ubicación exacta del pecio para prevenir que otros submarinistas retiren objetos del acorazado, algo que él considera una forma de saqueo de tumbas.[115]

En el descubrimiento del pecio se halló que toda la popa se había separado, ya que no estaba cerca de los restos principales y todavía no ha sido hallada, por lo que se puede suponer que su desgarro no se produjo en el impacto contra el fondo del mar. Esa sección que falta coincide con la parte en que impactó el torpedo, lo que plantea dudas sobre un posible fallo estructural.[123] La zona de popa había recibido varios impactos que se sumaban al daño del torpedo. Esto, unido al hecho de que el acorazado se hundió por la popa y no tenía ningún soporte que la mantuviera en su lugar, sugiere que ésta fue desgarrada en la superficie. En 1942 el Prinz Eugen fue también torpedeado en la popa y posteriormente colapsó. Ello llevó a fortalecer las estructuras de popa en todos los buques capitales alemanes.[124]

Ballard estimó que el Bismarck podría haber flotado al menos un día tras el cese del fuego de los británicos y podría haber sido capturado por la Marina Real Británica, una idea respaldada por el historiador Ludovic Kennedy —quien participó en el hundimiento del Bismarck porque servía en el HMS Tartar por entonces—. Kennedy declaró «Que se hubiera hundido no había duda, pero echarlo a pique aseguró que fuera más pronto que tarde».[124] Ballard encontró el casco en buen estado: «Hallamos un casco que parecía íntegro y relativamente poco dañado por el descenso y el impacto».[124] Concluyeron que la causa directa de su hundimiento fue que lo echaron a pique: sabotaje de las válvulas de la sala de máquinas por su tripulación, como afirmaron los supervivientes alemanes.[

Expediciones posteriores

En junio de 2001 Deep Ocean Expeditions, asociada con la Institución Oceanográfica de Woods Hole, llevó a cabo otra investigación del pecio. Los investigadores usaron mini submarinos de fabricación rusa para examinar el Bismarck. William N. Lange, experto de Woods Hole, señaló que «Ves un un gran número de agujeros de obús en la superestructura y la cubierta, pero no en los flancos, y ninguno por debajo de la línea de flotación».[125] La expedición no halló penetraciones en el cinturón acorazado principal, por encima o por debajo de la línea de flotación. Los examinadores apreciaron varios cortes a lo largo del casco, pero explicaron que eran debidos al impacto contra el fondo marino.[125]

Una tercera expedición, anglo-americana, fue financiada en julio de 2001 por un canal de televisión británico. El equipo usó la información sobre la localización del pecio al pie de un volcán submarino para dar con él. Usando vehículos operados a distancia (ROV), concluyeron que el acorazado se hundió debido a los daños del combate, habiendo recibido un sinnúmero de impactos de obuses y torpedos. El líder de la expedición, David Mearns, afirmó que había desgarros significativos en el casco: «Mi sensación es que esos agujeros se produjeron en el deslizamiento, pero fueron iniciados por los torpedos».[125] En el libro posteriormente publicado, Hood and Bismarck, Mearns sentencia que echarlo a pique «pudo acelerar lo inevitable, pero sólo por cuestión de minutos».[125]

En 2002 el documental Una expedición de James Cameron: el acorazado Bismarck, filmado en mayo-junio de 2002 usando pequeños y más ágiles batiscafos Mir, reconstruyó los hechos que condujeron al hundimiento del Bismarck. El documental mostró imágenes del interior del acorazado por primera vez, transmitidas por el National Geographic Channel. Sus hallazgos fueron que no había suficiente daño bajo la línea de flotación para confirmar que lo hundieran obuses y torpedos. De hecho, tras la inspección final se confirmó que nada había penetrado la segunda capa interior del casco.[125]

James Cameron arrojó una teoría para explicar el origen de los arañazos en el casco apreciados por la anterior expedición: sugirió que el Bismarck sufrió un «estallido hidráulico» cuando llegó al fondo. Cameron dijo que el cinturón aguantó, pero fuerzas internas lo abombaron y rompieron en algunas partes. Usando pequeños vehículos para examinar el interior, Cameron descubrió que los torpedos no habían traspasado los mamparos anti torpedo, y sólo habían destruido los huecos situados entre la plancha exterior del casco y las secciones interiores; el propósito de estos espacios era actuar como almacenes adicionales y absorber explosiones submarinas. «Las planchas internas del tanque no están afectadas por ninguna fuerza explosiva… Por lo que la armadura aguantó».[125] Cameron llegó a la conclusión que los torpedos sólo causaron «inundaciones sin importancia».

Astillero Blohm & Voss (Hamburgo)
Clase Clase Bismarck
Tipo Acorazado
Autorizado 16 de noviembre de 1935
Iniciado 1 de julio de 1936
Botado 14 de febrero de 1939
Asignado 24 de agosto de 1940
Baja 27 de mayo de 1941
Destino Hundido el 27 de mayo de 1941 en el Atlántico Norte.
Características generales
Desplazamiento • 41,700 tm t estándar
• 50.300 t apc
Eslora • 241,6 m en la línea de flotación
• 251 m en total
Manga 36 m
Calado • 9,3 m estándar
• 10,55 m máximo
Blindaje • Cinturón: 145–320 mm
• Cubierta acorazada: 80–120 mm
• Mamparo antitorpedo: 45 mm
• Torretas: 130–360 mm
• Barbetas: 220-340 mm
• Torre de mando: 220-360 mm
Armamento • 8 × 380 mm SK/C34 (4 × 2)
• 12 × 150 mm (6 × 2)
• 16 × 105 mm SK/C33 (8 × 2)
• 16 × 37 mm SK/C30 (8 × 2)
• 12 × 20 mm FlaK 30 (12 × 1)
Propulsión • 12 calderas Wagner
• 3 turbinas de vapor Blöhm & Voss
• 3 hélices de tres palas Ø 4,70 m
Potencia 150.170 CV
Velocidad 30,1 nudos
Autonomía 8.870 mn (16.430 km) a 19 nudos (35km/h)
Tripulación • 103 oficiales
• 1.962 suboficiales y marineros
Aeronaves 4 hidroaviones Arado Ar 196
Equipamiento aeronaves 1 catapulta de doble final


El Kit: Score 8/10
Muy buen kit de Trumpeter!... Piezas y relieves bien detallados… sobre todo las paredes del barco con puertas y ojos de buey… lo único que falla un poco, es el encaje de algunas piezas… por lo demás es muy recomendable.

Acorazado DKM Tirpitz 1:700 Trumpeter



DKM Tirpitz
El Tirpitz fue el segundo de los dos acorazados clase Bismarck construidos para la Kriegsmarine alemana durante la Segunda Guerra Mundial. Nombrado en honor del almirante Alfred von Tirpitz, el arquitecto de la Marina Imperial Alemana, el navío fue puesto en grada en los astilleros Kriegsmarinewerft de Wilhelmshaven en noviembre de 1936 y botado dos años y medio después, en abril de 1939. Finalmente, fue puesto en comisión en la flota alemana en febrero de 1941. Al igual que su buque gemelo, el Bismarck, el Tirpitz fue armado con una batería principal de ocho cañones de 380 mm en cuatro torretas dobles. A resultas de una serie de modificaciones durante la guerra llegó a ser unas 2.000 toneladas métricas más pesado que el prematuramente malogrado Bismarck.

Tras completar sus pruebas de mar a inicios de 1941, el Tirpitz sirvió brevemente como pieza central de la Flota del Báltico, que tenía la misión de impedir un posible intento de fuga de la Flota Báltica Soviética. A comienzos de 1942 el buque navegó a Noruega para actuar como disuasorio ante la invasión aliada. Estando en Noruega, el Tirpitz también podría haber sido usado para interceptar los convoyes aliados con destino a la Unión Soviética, e intentó dos misiones de este tipo en 1942, pero ambas resultaron un fracaso. A pesar de ello, el Tirpitz actuó como una flota en potencia y su sola presencia forzó a la Marina Real Británica a mantener un número elevado de fuerzas en el área con la finalidad de contener al acorazado alemán.

En septiembre de 1943, junto con el acorazado Scharnhorst, bombardeó las posiciones aliadas en la isla de Spitsbergen, primera ocasión en que el Tirpitz hacía uso de sus baterías principales. Poco después, el acorazado fue dañado en un ataque de minisubmarinos británicos, y posteriormente sometido a una serie de masivos bombardeos aéreos. El 12 de noviembre de 1944 bombarderos pesados Lancaster británicos equipados con bombas Tallboy de 5.400 kg de peso hundieron el Tirpitz tras conseguirle dos impactos directos que lo hicieron escorar rápidamente. Un incendio en la cubierta se extendió al almacén de municiones por una de las torretas de las baterías principales y causó una enorme explosión. Las cifras de fallecidos en la tragedia oscilan entre 950 y 1.204. El pecio fue reflotado en una operación de salvamento conjunta entre Noruega y Alemania cuyos trabajos se alargaron desde 1948 hasta 1957.

Construcción y característicasEl Tirpitz fue ordenado como Ersatz Schleswig-Holstein para sustituir al viejo pre-dreadnought Schleswig-Holstein, bajo el nombre de contrato «G». El astillero Kriegsmarinewerft de Wilhelmshaven se adjudicó el contrato y allí fue puesta en grada su quilla el 20 de octubre de 1936. El casco fue botado el 1 de abril de 1939 con grandes fastos y bautizado por la hija del almirante Alfred von Tirpitz, de quien recibió el acorazado su nombre. Adolf von Trotha, antiguo almirante de la Marina Imperial Alemana, habló en la botadura del acorazado, a la que también asistió Adolf Hitler. Los trabajos de acondicionamiento del navío continuaron tras su botadura y fueron completados en febrero de 1941. Bombarderos británicos atacaron repetidamente el puerto en que se estaba construyendo el Tirpitz, y aunque ninguna bomba le hizo impacto, sí retrasaron los trabajos. Fue puesto en comisión en la flota el 25 de febrero para comenzar sus pruebas de mar, que fueron realizadas en el Mar Báltico.


El casco del Tirpitz se desliza al agua tras su botadura. Wilhelmshaven, 1 de abril de 1939.El Tirpitz desplazó 42.900 toneladas estándar y 52.600 a plena carga. Su eslora era de 251 m, su manga de 36 m y su calado máximo de 10,6 m. Fue propulsado por tres turbinas de vapor engranadas Brown, Boveri & Cie que entregaban un total de 163.026 CV (121.568 kW) y lo impulsaron a una velocidad máxima de 30,8 nudos (57 km/h) en sus pruebas de velocidad.[1] Su tripulación estándar eran 103 oficiales y 1.962 marineros, aunque durante la guerra su número fue incrementado hasta los 108 oficiales y 2.500 marineros.[6] De inicio el Tirpitz fue equipado con radares FuMO 23 montados en los telémetros delantero, trasero y de la cofa. Éstos fueron después reemplazados por radares FuMO 27, que a su vez también fueron sustituidos por el modelo FuMO 26, que tenía una serie de antenas más grandes. Un FuMO 30, conocido como Hohentwiel, fue montado en 1944 en su mástil principal, y un FuMO 213 Würzburg le fue añadido en sus telémetros FlaK de 105 mm de popa.

El armamento principal del Tirpitz estaba compuesto por ocho cañones L/52 de 380 mm dispuestos en cuatro torretas gemelas: dos a proa —Anton y Bruno— y dos a popa —César y Dora—. Su armamento secundario consistió en doce cañones L/55 de 150 mm, dieciséis L/65 de 105 mm y otros dieciséis L/83 de 37 mm, e inicialmente doce cañones antiaéreos de 20 mm, una cantidad que le fue aumentada a 58 posteriormente. Después de 1942 fueron instalados al Tirpitz ocho tubos lanzatorpedos sobre la línea de flotación.[6] Su cinturón acorazado principal tenía un grosor de 320 mm y estaba flanqueado por un par de cubiertas acorazadas, la superior y la principal, que tenían un grosor de 50 mm y 100-120 mm, respectivamente. Las torretas de los cañones principales fueron protegidas por planchas de 360 mm en sus caras y 220 mm en sus laterales.

Historial de servicio
Tras su comisión y la finalización de sus pruebas de mar, el Tirpitz fue destinado a Kiel, desde donde desarrolló unos intensivos entrenamientos en el Mar Báltico. Mientras el acorazado estaba destinado en Kiel Alemania invadió la Unión Soviética, por lo que se creó una Flota Báltica temporal para impedir la fuga de la flota soviética basada en Leningrado. El Tirpitz actuó brevemente como buque insignia del escuadrón, compuesto por el crucero pesado Admiral Scheer, los cruceros ligeros Köln, Nürnberg, Leipzig y Emden, varios destructores y dos flotillas de dragaminas. La Flota Báltica, bajo mando de Otto Ciliax, patrulló frente a las Islas de Åland desde el 23 al 26 de septiembre de 1941, tras lo que la unidad fue disuelta y el Tirpitz retornó a sus entrenamientos. Durante este período de entrenamiento el Tirpitz probó sus cañones principales y secundarios sobre el viejo acorazado pre-dreadnought Hessen, que había sido convertido en un buque objetivo radiocontrolado. La Real Fuerza Aérea británica continuó lanzando incursiones de bombardeos aéreos sobre el acorazado mientras estaba estacionado en Kiel, aunque ninguna tuvo éxito.

Despliegue en Noruega
El almirante Erich Raeder, comandante de la Kriegsmarine, propuso que el 13 de noviembre el Tirpitz fuera desplegado en Noruega. El acorazado podría atacar los convoyes con destino en la Unión Soviética, además de actuar como una flota en potencia para contrarrestar a los efectivos navales británicos y detener una invasión aliada de Noruega. Adolf Hitler, que había prohibido una salida Atlántica tras el hundimiento del Bismarck, estuvo de acuerdo con la propuesta. El Tirpitz fue puesto en dique seco para una serie de modificaciones de cara a su despliegue. Se potenció su batería antiaérea y sus cañones de 105 mm en la superestructura cerca de la catapulta fueron trasladados fuera borda para aumentar su campo de tiro. Los dos tubos cuádruples lanzatorpedos de 533 mm le fueron instalados durante estas modificaciones. El comandante de la nave, capitán de navío Karl Topp, anunció que el barco estaba listo para operaciones de combate el 10 de enero. Al día siguiente el Tirpitz partió para Wilhelmshaven con la finalidad de ocultar su verdadero destino.

De Wilhelmshaven zarpó a las 23:00 del 14 de enero con destino a Trondheim. La inteligencia militar británica, que fue capaz de descifrar los mensajes de la máquina Enigma enviados por la marina alemana, detectó la partida del acorazado, pero el mal tiempo sobre Gran Bretaña impidió una intervención de su Fuerza Aérea. El almirante John Tovey, comandante en jefe de la Home Fleet británica, no tuvo conocimiento de los movimientos del Tirpitz hasta el 17 de enero, cuando el buque germano ya estaba en Noruega. El 16 del mismo mes un reconocimiento aéreo británico localizó al acorazado en Trondheim. El buque luego se trasladó al Fættenfjord, justo al norte de Trondheim. El movimiento de la flotilla alemana recibió el nombre en código de Operación Polarnacht, y en ella el acorazado fue escoltado por los destructores Richard Beitzen, Paul Jacobi, Bruno Heinemann y Z-29. El navío fue amarrado junto a un acantilado que lo protegió de ataques aéreos provenientes del suroeste, para lo que también la tripulación cortó árboles y los colocó en la cubierta del acorazado con la finalidad de camuflarlo. Alrededor del fiordo se dispusieron baterías antiaéreas adicionales, así como redes anti torpedo y barreras pesadas en los accesos del fondeadero. La vida para la tripulación del buque fue muy monótona durante el despliegue en Noruega y la frecuente escasez de combustible redujo los entrenamientos y mantuvo al acorazado y sus destructores de escolta amarrados tras su red protectora. Los tripulantes estaban principalmente ocupados en el mantenimiento del acorazado y en la continua dotación de las defensas antiaéreas. Se organizaron actividades deportivas para mantener ocupados y en buena forma física a todos los marineros.

Operaciones contra los convoyes Aliados
Se conjugaron diversos factores para restar libertad a la operación del Tirpitz en Noruega. Los más inmediatos fueron la escasez de combustible y la retirada de la fuerza de destructores alemanes para apoyar la Operación Cerberus, el cruce de los acorazados Scharnhorst y Gneisenau y el crucero pesado Prinz Eugen por el Canal de la Mancha. Ello provocó la cancelación del ataque contra la salida del convoy PQ 8 a fines de enero. Un ataque de bombarderos pesados cuatrimotores británicos planeado también para finales de enero fue abortado por el mal tiempo sobre el objetivo, que impidió a las aeronaves localizarlo. A principios de febrero el Tirpitz tomó parte en los engaños previos a la Operación Cerberus que distrajeron a los británicos, y que incluyeron la navegación fuera del fiordo y actividades que parecían indicar una salida al Mar del Norte. Más tarde ese mes el acorazado Tirpitz fue reforzado por los cruceros pesados Admiral Scheer y Prinz Eugen y diversos destructores. El Prinz Eugen había sido torpedeado a la entrada del Fættenfjord y por lo tanto estuvo un tiempo fuera de servicio.

El Tirpitz y el Admiral Scheer, junto con los destructores Friedrich Ihn, Paul Jacobi, Hermann Schoemann y Z-25 y un par de buques torpederos tenían la intención de atacar el convoy entrante QP 8 y el saliente PQ 12 en marzo de 1942 como parte de la Operación Sportpalast. El Admiral Scheer, con una velocidad de diseño de 26 nudos (48 km/h),era demasiado lento para operar con el Tirpitz y fue dejado en puerto al igual que el destructor Paul Jacobi y los dos buques torpederos. El 5 de marzo una aeronave de reconocimiento de la Luftwaffe avistó al PQ 12 cerca de la isla Jan Mayen, aunque falló en detectar la presencia de su escolta, compuesta por el acorazado Duke of York, el crucero de batalla Renown y cuatro destructores. Desconocido para los alemanes, al almirante Tovey proporcionaba soporte lejano a los convoyes con el acorazado King George V, el portaaviones Victorious, el crucero pesado Berwick y seis destructores. Las señales de la máquina Enigma fueron interceptadas y decodificadas, advirtiendo de nuevo a los británicos del ataque del Tirpitz y permitiéndoles desviar los convoyes. Tovey intentó perseguir al Tirpitz el 9 de marzo, pero el almirante Otto Ciliax, comandante del escuadrón alemán, decidió volver a puerto la noche anterior. A primeras horas de la mañana del 9 los británicos lanzaron un ataque aéreo; doce aviones torpederos Fairey Albacore atacaron al acorazado en tres grupos, pero el Tirpitz evadió todos los torpedos que le fueron lanzados. Sólo tres hombres resultaron heridos en el ataque. Tras la finalización del mismo, el acorazado partió hacia Vestfjord, desde donde salió hacia Trondheim.


El Tirpitz, el Admiral Hipper y varios destructores en Bogen en agosto de 1942.Las acciones del Tirpitz y sus destructores de escolta en marzo consumieron alrededor de 8.230 toneladas de fueloil, lo que redujo significativamente las reservas. Los alemanes tardaron tres meses en reponer la cantidad gastada en el intento por interceptar los dos convoyes aliados. El convoy PQ 17, que dejó Islandia el 27 de junio con destino a la Unión Soviética, fue el siguiente convoy que el Tirpitz y los barcos destinados en Noruega fueron capaces de atacar, durante la Operación Rösselsprung.Escoltando este convoy iban los acorazados Duke of York y USS Washington y el portaaviones Victorious. El Tirpitz, el crucero pesado Admiral Hipper y seis destructores partieron de Trondheim, mientras que una segunda fuerza especial compuesta por el Lützow, el Admiral Scheer y seis destructores hicieron lo propio desde Narvik. El Lützow y tres destructores chocaron con rocas que no constaban en las cartas de navegación mientras se dirigían a la reunión y tuvieron que regresar a puerto. Poco después de la salida del Tirpitz de Noruega, el submarino soviético K-21 le disparó dos torpedos, aunque ambos fallaron. Mientras tanto, la inteligencia sueca había informado al Almirantazgo Británico de las salidas alemanas y éste ordenó la dispersión del convoy. Conscientes de haber sido detectados, los germanos abortaron la operación y se retiraron para dejar paso a un ataque de submarinos U-boot y aviones de la Luftwaffe. Los barcos Aliados dispersos, privados de la protección de su escolta, fueron blanco fácil para los alemanes, que hundieron 21 de los 34 solitarios navíos. El Tirpitz volvió al fiordo de Alta vía Islas Lofoten.


Tras la Operación Rösselsprung los alemanes trasladaron el Tirpitz a Bogenfjord, cerca de Narvik. Para entonces, el acorazado necesitaba una revisión a fondo. Hitler había prohibido al navío hacer el peligroso viaje de regreso a Alemania, por lo que la revisión se hizo en Trondheim. El 23 de octubre el barco dejó Bogenfjord para volver a Fættenfjord, fuera de Trondheim. Las defensas del fondeadero se fortalecieron con la instalación de cañones antiaéreos adicionales y la disposición de redes anti-torpedo dobles en torno al acorazado. Las reparaciones se llevaron a cabo en fases limitadas, de tal modo que el Tirpitz estuviera parcialmente operacional durante la mayor parte del proceso. Se construyó un cajón alrededor de su popa para reemplazar las hélices del navío.Durante el proceso los británicos intentaron atacar al acorazado con dos torpedos humanos, pero un mar agitado incapacitó al barco que debía transportarlos. Para el 28 de diciembre la revisión había sido completada y el Tirpitz comenzó las pruebas de mar; el 4 de enero de 1943 realizó entrenamientos de artillería en el Fiordo de Trondheim. El 21 de febrero Karl Topp fue ascendido a contralmirante y fue sustituido por el capitán Hans Meyer. Cinco días después al acorazado Scharnhorst se le ordenó reforzar la flota en Noruega y el vicealmirante Oskar Kummetz recibió el mando de los barcos de guerra desplegados en el país nórdico.

Para cuando el Scharnhorst arribó a Noruega los convoyes Aliados hacia la Unión Soviética habían cesado temporalmente. El almirante Karl Dönitz, sustituto de Raeder desde la Batalla del Mar de Barents el 31 de diciembre de 1942, decidió que los barcos necesitaban una oportunidad para operar juntos, por lo que ordenó un ataque en la isla de Spitzbergen, donde se encontraba una estación meteorológica británica y una base de reabastecimiento de combustible. Varios asentamientos y puestos avanzados en Spitzbergen estaban defendidos por una guarnición de 152 hombres de las exiliadas Fuerzas Noruegas Libres. Los dos acorazados, escoltados por diez destructores, salieron de puerto el 6 de septiembre. En un ardid, el Tirpitz izó una bandera blanca en la aproximación a la isla el día siguiente. Durante el bombardeo de la misma, el Tirpitz disparó 52 obuses de sus baterías principales y 82 de las secundarias de 150 mm, lo que suponía la primera y única vez que el acorazado disparaba su batería principal contra un objetivo enemigo. Los atacantes desembarcaron una fuerza de asalto que destruyó las instalaciones en tierra y capturó 74 prisioneros. Hacia las 11:00, los acorazados habían destruido sus objetivos e iniciaron el retorno a sus puertos noruegos.

Ataques británicos al Tirpitz Operación Source
Los británicos estaban decididos a acabar con el Tirpitz y eliminar la amenaza que suponía para las líneas de comunicación Aliadas en el Ártico. Tras los reiterados ataques, bombardeos ineficaces y el fallido intento con los torpedos humanos en octubre de 1942, los británicos optaron por los nuevos minisubmarinos X Craft. El ataque planeado, Operación Source, incluyó ofensivas contra el Tirpitz, el Scharnhorst y el Lützow. Los X Craft fueron remolcados por grandes submarinos a sus destinos, donde podrían pasar bajo las redes anti-torpedo para poner una poderosa mina bajo el objetivo. Diez de estos submarinos fueron asignados a la operación, prevista entre el 20 y el 25 de septiembre de 1943, de los cuales sólo ocho llegaron a Noruega para el ataque, que comenzó el 22 de septiembre. Tres de los minisubmarinos, X5, X6 y X7, sortearon con éxito las defensas del Tirpitz, y dos de ellos lograron poner sus minas. El X5 fue detectado a unos 200 metros de las redes y hundido por una combinación de cañoneo y cargas de profundidad.

Las minas causaron graves daños al acorazado, pues la primera explotó frente a la torreta César y la segunda a 45-55 m de la amura de babor. Se rompieron un tanque de fueloil y las planchas del blindaje y se formó una gran abolladura en la parte inferior del casco y en los mamparos del doble cinturón acorazado. El acorazado embarcó unas 1.430 t de agua en los tanques de fuel y en los espacios vacíos del doble casco a babor, lo que causó una escora de uno a dos grados, aunque esto fue corregido por una contra inundación de la banda de estribor. La inundación dañó todos los turbogeneradores en la sala de generadores número 2 y todos los generadores menos uno de la sala número 1 fueron desactivados por la rotura de tuberías de vapor y varios cables de alimentación. La torreta Dora fue arrancada de sus soportes y no pudo ser maniobrada, lo que fue particularmente grave porque no había grúas de carga pesada en Noruega lo suficientemente potentes para levantarla y colocarla de nuevo. Los dos hidroaviones Arado Ar 196 del Tirpitz fueron alcanzados por la detonación y completamente destrozados. Las reparaciones las llevó a cabo el barco de reparación Neumark; los historiadores Robert Garzke y Robert Dulin afirmaron que el satisfactorio esfuerzo de reparación fue «una de las hazañas más notables de la ingeniería naval durante la Segunda Guerra Mundial». Las reparaciones duraron hasta el 2 de abril de 1944 y al día siguiente se hicieron completas pruebas de velocidad en el fiordo de Alta.

Operación Tungsten

Los británicos estaban al tanto de que el Neumark y los equipos de reparación se fueron en marzo, lo que indicó que el Tirpitz estaba próximo a volver a operar, por lo que programaron un gran ataque aéreo para el 4 de abril de 1944 —Operación Tungsten— que implicaría a los portaaviones Victorious y Furious y a los portaaviones de escolta Emperor, Fencer, Pursuer y Searcher. El descifrado de las señales de la máquina Enigma reveló a los británicos que el Tirpitz tenía programado partir a las 05:29 del 3 de abril para pruebas de mar, por lo que su ataque se adelantó a ese día. La ofensiva consistió en 40 bombarderos en picado y 40 cazas de escolta en dos oleadas que consiguieron quince impactos directos y en las que se perdió una sola aeronave. Ello se consiguió gracias a la sorpresa lograda por el portaaviones, pues en el Tirpitz necesitaron de doce a catorce minutos para maniobrar todas las baterías antiaéreas. La primera oleada atacó a las 05:29, cuando los remolcadores se preparaban para sacar al acorazado de su amarre; la segunda oleada llegó a su objetivo una hora después, a las 06:30, y a pesar del estado de alerta de los artilleros alemanes, sólo uno de las aviones fue derribado.

Este ataque aéreo causó daños serios al barco y varios muertos. William Garzke y Robert Dulin afirman que el ataque mató a 122 hombres e hirió a otros 316,mientras que Hildebrand, Röhr, y Steinmetz sostienen que hubo 132 bajas y 270 heridos, incluido el capitán del Tirpitz, Hans Meyer. Dos de las torretas de 150 mm fueron destruidas por las bombas, así como los dos hidroaviones Arado Ar 196. Las bombas también provocaron varios incendios a bordo y las conmociones de las detonaciones averiaron la turbina de estribor, mientras que el agua salada empleada para apagar los incendios alcanzó las calderas y contaminó el suministro de agua. 2.000 t de agua inundaron el acorazado, principalmente por los dos impactos cercanos, que horadaron el lateral del casco con astillas, pero también debido al agua empleada contra el fuego. Dönitz ordenó que el barco fuera arreglado sin reparar en costes a pesar que sabía que el acorazado ya no podría ser usado en acciones de superficie debido al insuficiente apoyo de combate. Los trabajos de arreglo comenzaron a principios de mayo y los equipos importantes y los trabajadores necesarios para las labores fueron transportados por destructores desde Kiel hasta el fiordo de Alta en el lapso de tres días. Para el 2 de junio el Tirpitz ya podía navegar por sus propios medios y hacia fines de mes fueron posibles pruebas de artillería. Durante este proceso de reparación las baterías de 150 mm fueron modificadas para permitir su uso antiaéreo y se suministraron proyectiles de 380 mm con espoletas especiales para crear barreras de fuego antiaéreo.

Operaciones Planet, Brawn, Tiger Claw, Mascot y Goodwood

Los británicos previeron una serie de ataques con portaaviones para los siguientes tres meses, pero el mal tiempo forzó su cancelación. Una repetición de la operación Tungsten, llamada en código Operación Planet, se planeó para el 24 de abril, la Operación Brawn, que debería haber sido materializada por 27 bombarderos y 36 cazas de los portaaviones Victorious y Furious, debía tener lugar el 15 de mayo, y la Operación Tiger Claw fue ideada para el 28 de mayo. Al Victorious y el Furious se les unió el portaaviones Indefatigable para la Operación Mascot del 17 de julio, que debía haber sido llevada a cabo por 62 bombarderos y 30 cazas. El tiempo finalmente mejoró a finales de agosto, cuando se lanzaron la serie de ataques Goodwood. Las Operaciones Goodwood I y II se produjeron el 22 de agosto, cuando los portaaviones Furious, Indefatigable y Formidable y los portaaviones de escolta Nabob y Trumpeter hicieron despegar 38 bombarderos y 43 cazas de escolta en dos incursiones. Los ataques no infligieron daños al Tirpitz y fueron derribados tres de los aparatos atacantes. La Goodwood III se desarrolló el día 24 del mismo mes compuesta sólo por aeronaves de portaaviones de la flota con 48 bombarderos y 29 cazas que le hicieron dos impactos al acorazado alemán con daños menores. Una de las bombas penetró las cubiertas acorazados superior e inferior y se alojó en sala de la centralita número 4, pero la mecha había resultado dañada y la bomba no detonó. A cambio seis aeronaves británicas fueron derribadas.Goodwood IV tuvo lugar cinco días después, el 29, con 34 bombarderos y 25 cazas procedentes del Formidable y el Indefatigable que fueron interferidos por una espesa niebla que impidió que hicieran ningún blanco al Tirpitz, cuyos artilleros derribaron un Fairey Firefly y un Corsair. El acorazado disparó 54 salvas de sus cañones principales, 161 de los cañones de 150 mm y hasta un 20% de su munición ligera antiaérea.

Operaciones Paravane y Obviate
La ineficacia de la mayor parte de los ataques lanzados por el Brazo Aéreo de la flota británica a mediados de 1944 llevó a que la tarea de destrucción de Tirpitz se encomendara al Grupo Nº 5 de la RAF. Se decidió que bombarderos cuatrimotores Lancaster portaran poderosas bombas capaces de penetrar la fuerte armadura del acorazado alemán. Los británicos optaron por usar las bombas Tallboy de más de 5,4 toneladas de peso, desarrolladas en 1943 por Barnes Wallis, como el arma primaria contra el Tirpitz. El primer ataque, la Operación Paravane, tuvo lugar el 15 de septiembre de 1944, cuando 23 Lancaster —17 llevando una Tallboy y los seis restantes con doce minas JW— que operaron desde la base rusa de Yagodnik hicieron un único impacto en la proa del Tirpitz con una Tallboy que atravesó completamente el acorazado y explotó en el fondo del fiordo. Entre 800 y 1.000 t de agua inundaron la proa del barco alemán y provocaron un serio incremento en su compensación delantera. El barco quedó limitado a navegar a 8-10 nudos (15-19 km/h) y la conmoción del impacto afectó gravemente al equipo de control de incendios. Los serios daños de este ataque persuadieron al comando naval alemán para reparar al acorazado sólo como batería flotante. Se estimó que las reparaciones llevarían 9 meses, pero el parcheado de los agujeros se terminaría en pocas semanas para permitir al Tirpitz moverse más al sur, a Tromsø. El 15 de octubre el acorazado recorrió los 370 km que lo separaban de Tromsø por sus propios medios, el último viaje de su carrera.

La RAF hizo un segundo intento el 29 de octubre, cuando el Tirpitz había sido amarrado frente a la isla Håkøy, cerca de Tromsø. 32 Lancaster atacaron de nuevo con bombas Tallboy durante la Operación Obviate. Como en la Operación Paravane, los Escuadrones Nº 9 y Nº 617 desarrollaron un ataque conjunto con el resultado de un impacto cercano, en parte debido al mal tiempo sobre el objetivo. La explosión submarina afectó al timón y el eje de babor y causó algunas inundaciones. Los proyectiles de fragmentación de 380 mm del Tirpitz se mostraron ineficaces contra los bombarderos de alto nivel, aunque uno de los atacantes fue alcanzado por los cañones antiaéreos instalados en tierra. Tras este nuevo ataque se mejoró el amarre del acorazado con la creación de un banco de arena bajo el barco y a su alrededor para prevenir su escora y se instalaron redes anti-torpedo. El Tirpitz mantenía una inclinación de un grado a babor de anteriores ataques que no fue corregida con una contra inundación para conservar la mayor flotabilidad posible. El barco también fue preparado para su nuevo rol de plataforma de artillería flotante: el fuel fue limitado sólo al necesario para proveer a los turbogeneradores y la tripulación quedó reducida a 1.600 oficiales y marineros.

Operación Catechism

El Tirpitz volcado.La Operación Catechism, el ataque británico final al Tirpitz, tuvo lugar el 12 de noviembre de 1944. El acorazado alemán volvió a disparar sus baterías de 380 mm contra los bombarderos, que se le aproximaron a las 09:35. Los cañones principales forzaron a éstos a dispersarse temporalmente, pero no pudieron acabar con el ataque. Una fuerza de 32 Lancaster de los Escuadrones Nº 9 y 617 arrojó 29 bombas Tallboy sobre el barco consiguiendo dos impactos directos y uno cercano. Varias de las otras bombas aterrizaron en la barrera de redes anti torpedo y produjeron enormes cráteres en el fondo marino que removieron al banco de arena construido para prevenir la escora del acorazado. Una de las bombas penetró la cubierta acorazada entre las torretas Anton y Bruno sin explotar, pero la segunda hizo blanco hacia el centro del buque, entre la catapulta de los hidroaviones y la chimenea, y provocó daños fatales, pues voló el lateral del barco y abrió un enorme agujero en el fondo de su casco; una sección entera del cinturón blindado junto al impacto de la bomba fue completamente destruida. Un tercer proyectil pudo golpear a babor de la torreta César. El impacto en el centro del acorazado provocó una inundación y la rápida inclinación a babor de entre 15 y 20 grados. En diez minutos esta escora aumentó hasta los 30-40 grados, por lo que el capitán ordenó el abandono de la nave. La progresiva inundación aumentó la inclinación hasta los 60° hacia las 09:50, cuando pareció estabilizarse temporalmente, pero ocho minutos después una enorme explosión estremeció la torreta César. El techo de la torreta y parte de su estructura rotativa fueron arrojados a 25 m de altura y cayeron sobre un grupo de hombres que nadaban hacia la orilla. El Tirpitz rápidamente rodó sobre sí mismo y hundió su superestructura en el fondo del mar.

Terminado el ataque, las operaciones de rescate intentaron liberar a los marineros atrapados en el interior del casco del Tirpitz. Los trabajadores consiguieron rescatar 82 hombres tras cortar las planchas inferiores del casco. Las cifras de muertos varían: John Sweetman establece que unos 1.000 hombres de una tripulación de 1.900 murieron, mientras que Niklas Zetterling y Michael Tamelander estiman también unos 1.000 fallecidos. Tanto Siegfried Breyer como Erich Gröner creen que los muertos ascienden a 1.204, pero Gordon Williamson rebaja la cifra a 971.William y Robert Dulin fijan las bajas del ataque y hundimiento «sobre 950». El pecio del Tirpitz permaneció en el lugar hasta después del final de la guerra, cuando una compañía Germano-Noruega comenzó unas operaciones de salvamento que se prolongaron desde 1948 hasta 1957; algunos fragmentos del acorazado son vendidos todavía por una compañía noruega.

El desempeño de la Luftwaffe en la defensa del Tirpitz fue muy criticado tras su pérdida. El mayor Heinrich Ehrler, comandante del III./Jagdgeschwader 5 —3º Grupo del 5º Ala de Caza—, fue culpado del fracaso de la Luftwaffe en la intercepción de los bombarderos británicos, aunque muchos veteranos de su unidad consideran que fue un chivo expiatorio de la ineptitud de sus superiores. Fue consiguientemente sometido a una corte marcial en Oslo y amenazado con la pena de muerte, aunque acabó siendo condenado a tres años de prisión, puesto en libertad un mes después, degradado y reasignado a un escuadrón de cazas Me 262 en Alemania. El 4 de abril de 1945 fue derribado sobre Berlín, aunque según una evidencia anecdótica, informó a un camarada que tenía la intención de embestir a un bombardero tras quedarse sin munición, diciendo «Nos volveremos a encontrar en el Valhalla.»
Astillero Kriegsmarinewerft, Wilhelmshaven
Clase Clase Bismarck
Tipo Acorazado
Iniciado 2 de noviembre de 1936
Botado 1 de abril de 1939
Asignado 25 de febrero de 1941
Baja 12 de noviembre de 1944
Destino Hundido en Noruega por bombarderos de la RAF
Características generales
Desplazamiento • 42.900 t estándar
• 53.500 t apc
Eslora • 241,6 m en la línea de flotación
• 251 m en total
Manga 36 m
Calado • 9,90 m estándar
• 10,60 m máximo
Sensores FuMo 23
Blindaje • Cinturón: 320 mm
• Cubierta principal: 50-120 mm
• Torretas: 360 mm
Armamento • 8 × 380 mm SK/C34 (4 × 2)
• 12 × 150 mm (6 × 2)
• 16 × 105 mm SK/C33 (8 × 2)
• 16 × 37 mm SK/C30 (8 × 2)
• 12 × 20 mm FlaK 30 (12 × 1)
Propulsión • 12 calderas Wagner
• 3 turbinas de vapor Blöhm & Voss
• 3 hélices de 3 palas de 4,70 m de diámetro.
Potencia 160.026 cv (121.568 kW)
Velocidad 29 nudos (54 km/h)
Autonomía 8.870 mn (16.430 km) a 19 nudos (35 km/h).
Tripulación 103 oficiales
1.962 suboficiales y marineros
Aeronaves 4 Arado Ar 196
Equipamiento aeronaves 1 catapulta de doble final

El Kit: Score 8/10
Muy buen kit de Trumpeter!... Piezas y relieves bien detallados… sobre todo las paredes del barco con puertas y ojos de buey… lo único que falla un poco, es el encaje de algunas piezas… por lo demás es muy recomendable.